jueves, 29 de noviembre de 2012

Facebook no se apropiará de tu contenido

Cada cierto tiempo, tanto en las redes sociales como a través del correo electrónico se difunden mensajes que hacen saltar las alarmas de los usuarios. Ya sea porque la plataforma teóricamente pasará a ser de pago o por alguna violación de la privacidad, estos mensajes tienen una gran capacidad para esparcirse, aunque pocos se detienen a averiguar si el contenido es cierto o no.

Estas últimas semanas se ha dado este fenómeno en Facebook, donde  miles de usuarios están compartiendo un mensaje que advierte a la empresa de que no puede apropiarse del contenido del perfil.  “Por el presente comunicado se notifica a Facebook que tiene estrictamente prohibido divulgar, copiar, distribuir, difundir o tomar cualquier otra acción contra mí sobre la base de este perfil y/o su contenido” dice la nota.

Revisando el concepto, algunos expertos advierten de que  se trata de una advertencia “innecesaria” y que además cae en un sinsentido.  Se ha creado una falsa alarma que hace pensar que Facebook tiene derechos sobre los contenidos que se publican desde los perfiles personales. Sin embargo  las normas de uso de Facebook aclaran que el contenido que se publica en un perfil personal siempre es propiedad exclusiva de esa personas.

Otra cosa distinta es el  derecho que Facebook tiene de hacer uso de este material  (sin ser su propietario). Aquí es donde está el problema para algunos usuarios, ya que  Facebook analiza todo lo que un perfil publica, sea de forma pública o restringida.  “Aunque  nos permites utilizar la información que recibimos acerca de ti,  tú eres en todo momento su propietario”, dice claramente Facebook en sus términos de uso.

La red social utiliza los datos acerca de la actividad de sus usuarios en la red, sus interacciones, el momento en que se publica una foto, la dirección IP del ordenador o del móvil, o el uso de los juegos u otras aplicaciones.

Estos son los datos que Facebook analiza para sugerir nuevas amistades, aplicaciones e incluso para seleccionar qué anuncios mostrar a cada usuario, pero  desde la red advierten que nunca comercializan datos asociados con un nombre y apellido de un perfil concreto.

“Solamente proporcionamos datos a nuestros socios publicitarios o a nuestros clientes después de haber eliminado tu nombre u otros datos que puedan identificarte, o bien, después de haber combinado tus datos con los de otras personas de manera que dejen de estar asociados contigo”, explica la empresa.

Por lo tanto  publicar este mensaje de advertencia no tiene sentido, ya que en el momento en el que una persona crea una cuenta en Facebook, acepta que éste pueda tener acceso a estos datos generales.  Otra cosa es si los contenidos se desean compartir con más o menos visibilidad para otros usuarios de la red social, lo cual se configura en la privacidad.

El texto que se ha divulgado estas semanas en miles de perfiles dice:

 “En respuesta a las nuevas directrices de Facebook, por el presente comunicado se notifica a Facebook que tiene estrictamente prohibido divulgar, copiar, distribuir, difundir o tomar cualquier otra acción contra mí sobre la base de este perfil y/o su contenido. Las prohibiciones anteriores también se aplican a sus empleados, estudiantes, agentes y/o cualquier personal bajo su dirección o control. El contenido de este perfil es información privada y confidencial. La violación de mi privacidad es penada por la ley UCC 1-308 1-103 y el Estatuto de Roma.

 Facebook es ahora una entidad de capital abierto. Se recomienda a todos los miembros publicar un aviso similar a este, o si lo prefieren, pueden copiar y pegar esta versión. Si no publica una declaración al menos una vez, indirectamente estarán permitiendo el uso de elementos como sus fotografías así como la información contenida en las actualizaciones de estatus de nuestro perfil”. 

Fuentes: lainformacion.com, Microsiervos
Editado por: Protestante Digital 2012

martes, 27 de noviembre de 2012

Economista indignado


Hoy os dejo con un vídeo de la mesa de debate que tuvo lugar en Elche a finales de septiembre, con motivo del cierre de la celebración de las XIX Jornadas Tributarias de la Comunidad Valenciana. El que habla es el economista catalán José María Gay. Atentos porque no tiene desperdicio, son 5 minutos que dan para hablar mucho. Ya me contaréis qué os parece.







“Este es un pais de chorizos, lo digo con todo el respeto... y el pueblo tiene que decir ¡basta! El Gobierno está propiciando el fraude fiscal. Son unos ineptos. Ni la patronal ni los sindicatos son independientes, están todos comprados con subvenciones. La gente de más de 45 años que esté en el paro no volverá a trabajar nunca más. Nuestros universitarios se van de este país, en los centros estamos preparándolos para que se vayan a trabajar a Alemania y Estados Unidos. Yo, seguramente, me iré, porque un país que no tiene capacidad de reacción, que no hay sentido de la revolución como tiene que ser... ¡Venga a desaparecer las empresas, venga a subir los impuestos, venga el IVA! …”

lunes, 26 de noviembre de 2012

Víctima o verdugo


“Yo no soy culpable de lo que hago. No yo. Yo en esencia soy bueno, lo que pasa es que he tenido unas circunstancias en mi vida muy difíciles. Fíjate, mi padre me pegaba, mi hermano mayor siempre me culpaba de todo lo que él hacía, de todo lo malo, claro. Mis compañeros de clase se reían de mí. Todo eso me marcó, me traumatizó. Fíjate si lo pasé mal que hasta me caí un par de veces y me rompí un brazo, de cada vez uno diferente, la primera el derecho y la segunda el izquierdo. 

No es justo que yo sea culpable de lo que hago, si no me hubieran pasado todas esas cosas horribles, yo ahora sería presidente del gobierno, o mejor. Yo no soy culpable de lo malo que hago, yo soy una víctima. Una víctima de la apatía de los demás, de su hostilidad abierta hacia mí, de sus actitudes críticas, soy una víctima de aquella piedra que me tiró un chico en las prácticas porque solamente mencioné a su madre en una desafortunada afirmación, afirmación que, por supuesto, solo dije porque la había oído en casa, el vecino de abajo solía gritar obscenidades a eso de medianoche cuando llegaba a casa tarde y se me pegaban. Pero aquello tampoco era culpa suya, se emborrachaba y decía aquello porque tuvo una infancia muy dura, incluso se dice que pilló un par de veces a su mujer con otro hombre en plena faena, pobre hombre, se puede entender que fuera así de borde y de borracho.

Así que yo crecí con todas influencias malignas, tan malignas que no tuve más remedio que unirme a ellas y convertirme en lo que soy ahora, así que si ahora gasto todo mi dinero en drogas y alcohol, si ahora soy así de desagradable con todos los que me ayudan o intentan hacer algo de mí, si robo, si insulto a la gente, si gano todo el dinero trapicheando con quien sé que no debo, si hago todo lo que hago, es porque viví lo que viví y porque ellos me hicieron así. No me juzguéis, soy una víctima.

Mi padre, que me pegaba a diario, lo hacía porque su padre le pegaba a él a diario también. Tampoco es responsable, solo una víctima también. Aunque a veces le odie, le odio por lo que él ha hecho de mí, aunque sepa que él es otra víctima por lo que a él le hizo su padre. Creo que mi abuelo también tuvo esta misma herencia de su padre, otra víctima más. Mi hermano aprendió a culparme de todo lo que hacía de un amigo suyo, nuestro vecino de arriba, dos años mayor que él. Creció bajo sus faldas y siempre culpaba a su hermano menor de todo lo malo que hacía también, además tenía mucha maña para hacer ver a todo el mundo que lo que hacía realmente era culpa del pobre chiquillo. Mi hermano también era una víctima, no le culpéis. Y seguramente los niños se rieran de mí por los estándares de la sociedad, en los que si no eres exactamente como los demás se te margina, es por eso que a mí me hacían aquello, ellos pensaban que todo el mundo debería jugar al badminton, yo no lo hacía, me parecía un deporte un poco ridículo, yo era más de cricket, así que me apunté al equipo local de cricket cuando era muy pequeño. Aquello no fue tan buena idea como pensaba. Pero los pobres chavales que se reían de mí, aunque a veces les odie, eran víctimas de la sociedad que les convencía a odiar a los diferentes.”

Seguramente os sonará este razonamiento. En el que la gente no es responsable de lo que hace porque sencillamente es una víctima de lo que les ha tocado vivir, o de sus influencias. Una sociedad de víctimas que no es responsable de lo que hace. Es curioso porque cuando yo hago algo, es por culpa de lo que otro hizo, pero ese mismo que lo hizo, también es víctima de lo que hizo otra persona. De esta manera nadie es responsable y podríamos seguir esta cadena en que cada uno es víctima del que le precede y empuja su responsabilidad hacia él. Si seguimos esta cadena, podremos llegar a que el culpable de todo es, dependiendo de la teoría que apoyes en cuanto al origen de la vida, Adán o un protozoo. Pero, desde luego, yo no lo soy, ni tú tampoco.

Pues bien, creo que esta razón, el pensar que todos somos víctimas (o al menos yo, desde luego), es una de las principales por las estamos como estamos. Me explico, una víctima no tiene que pedir perdón, una víctima no tiene que cambiar absolutamente nada, una víctima solamente tiene que recibir, no tiene que dar. Una víctima debe ser objeto de cariño, de comprensión, de afecto, de empatía… Una víctima solo debe sentarse y esperar a que otro venga y le apoye, le abrace, le solucione el problema, después de todo, él no es responsable, solo es una víctima. Mientras que el culpable, el verdugo, el responsable de algo debe reconocer su error, debe tratar de buscar una solución al problema, procurar poner medios para que no se repita la situación que causó, el culpable debe dar, debe restituir lo que destrozó, debe devolver lo robado, debe pagar lo gastado, debe enmendar el daño causado.

Vivimos en una sociedad de víctimas que simplemente empatizan unos con otros para sentirse mejor, culpando a otros como responsables de que ellos mismos hayan llegado a ser y a hacer eso. Echamos balones fuera para no tener que reconocer nuestros propios males, somos expertos en excusarnos y parecer como el pobrecito cordero que solo precisa de comprensión y cuidado.

Una víctima no tiene porque pedir perdón, solo tiene que recibir de los demás. El culpable debe cambiar algo, debe saberse y actuar como responsable de lo que hace y de lo que dice.

Nuestra sociedad necesita de más gente que reconozcan su culpabilidad, y necesita menos víctimas inocentes que nada tienen que ver con su propia pena. Por la sencilla razón de que la sociedad necesita un cambio, nosotros mismos necesitamos comenzar ese cambio en nosotros mismos, y el cambio debe empezar por sabernos responsables, por saber que sí, que somos responsables, que debemos cargar con las culpas y con las cargas de nuestros errores, que debemos reconocer lo que hemos hecho, que debemos tratar de hacerlo mejor.

Hoy tengo una petición para ti y para mí. Dejemos de ser víctimas y comencemos a reconocernos culpables. Dejemos de recibir y comencemos a dar. Dejemos de lamentarnos y comencemos a actuar. 

jueves, 22 de noviembre de 2012

La Evolución ha sido desestimada en el Parlamento Europeo


Miércoles 11 de octubre, un día histórico en la vida del Parlamento Europeo.

El miembro polaco del Parlamento Europeo, Maciej Giertych, director retirado del departamento de Genética de la Academia de Ciencias de Polonia y padre del Vice Primer Ministro polaco, Roman Giertych, presentó a sus colegas MPE un seminario público sobre la Teoría General de la Evolución.

El profesor Giertych cuestionó el sentido de continuar enseñando en toda Europa hipótesis - la macroevolución - que han sido ya repetidas veces refutadas, a la vez que señaló falta de utilidad de dichas hipótesis en la labor científica.

Giertych introdujo su discurso con el relato de cómo sus hijos habían regresado una vez de la escuela contando que les habían hablado sobre la Teoría de la Evolución. Les habían enseñado que la prueba la macroevolución - el origen común de todos los seres vivos - debía buscarse en la ciencia genética. Esto era algo completamente nuevo para el profesor Giertych, quien había dedicado su vida al trabajo de investigación genética de más alto nivel. El mismo reveló a los presentes que en la genética no se ha encontrado tal comprobación, sólo pruebas de lo contrario.

Lo dicho se vió reforzado por las palabras del Profesor Emérito Joseph Mastropaolo, que había viajado desde Estados Unidos para participar de la audiencia de Bruselas. Éste explicó que las ciencias biológicas no ofrecen ninguna prueba empírica que confirme la macroevolución, sino solamente problemas sin solución. La Teoría de la Evolución se basa meramente en evidencias a ser interpretadas, las cuales, debido a su propia naturaleza, permiten muy diferentes interpretaciones. Mastropaolo dijo al público que esta teoría, después de más de 150 años, aún carece de evidencia empírica.

Hans Zillmer ante el Europarlamento
Hans Zillmer, paleontólogo alemán, miembro de la Academia de Ciencias de Nueva York, dijo a los presentes que tampoco el registro fósil aporta pruebas de la Teoría de la Evolución. En vez de mostrar un cambio gradual de una especie a otra, como a menudo se sostiene en el salón de clase, revela en realidad la quietud y estabilidad de las formas de vida.

Entre quienes colaboraron con la organización de esta audiencia histórica se halla el Dr. Dominique Tassot, director del Centre d'Etude et des Prospectives sur la Science (C.E.P.). C.E.P. es una organización compuesta por 700 miembros de habla francesa, científicos, intelectuales y profesionales de otras disciplinas, todos los cuales se oponen a la teoría evolucionista por motivos científicos.

De Tom Magnuson.  www.zillmer.com

martes, 20 de noviembre de 2012

La Reforma III: La semilla del cambio


El final de una época se aventuraba cercano. Las reglas del juego que habían regido durante un milenio estaban abocadas a un drástico cambio. Ya hemos hablado de la situación que los laicos veían a simple vista de los religiosos que regían sus vidas, una situación insosteniblemente corrompida que tuvo su momento álgido en el nefasto periodo del papado en Aviñón y el cisma occidental que supuso el llegar a tener dos e incluso tres papas diferentes al mismo tiempo. A simple vista se podía ver la degradación de la casta sacerdotal en todos los aspectos, y esto tampoco pasó desapercibido a los propios eclesiásticos que comenzaron a mirar con desconfianza el presente y el futuro de su situación, más aún aquellos que tuvieron la suerte de descubrir lo que decía la Biblia, tan alejado de la situación que vivían en aquella situación.

El renacimiento se acercaba en la historia, se comenzaba a dudar de lo que la Iglesia Romana había dictado durante tanto tiempo, y tanto en la filosofía como en las artes y, por supuesto, en lo que al cristiano atañía, se comenzó a buscar más allá, atrás, en las fuentes clásicas. La caída de Constantinopla en el 1453, llevó a muchedumbres de eruditos y religiosos griegos a centro Europa, hecho que facilitó que se volviera a estudiar el griego como lengua religiosa, aparte del latín. Esto fue de vital importancia, porque los manuscritos que se tenían de la Biblia estaban escritos en griego, como fueron redactados por los autores originales, e incluso el Antiguo Testamento, estaba en forma griega también en la traducción autorizada de los 70, o Septuaginta. Se comenzó a ver que había algunas partes de la traducción de Jerónimo al latín, la Vulgata, del 382 d.C., sencillamente habían sido mal traducidas, y la búsqueda de lo que originalmente decía la Biblia recobró fuerzas.

Muchos fueron los intentos de reforma, y las reformas que se llevaron a cabo durante toda la Edad Media, pero el hecho es que las reformas que se realizaron se basaban en los frutos del problema, y no fueron a su raíz. Por ejemplo, se denunciaba mucho los continuos problemas que tenían los sacerdotes para cumplir sus votos y las violaciones manifiestas de la castidad, que llegaron a puntos insostenibles en diferentes momentos. Pero la solución que daban una y otra vez era la de endurecer las penas contra los que incumplían sus votos y tratar de limitar las oportunidades de que esto ocurriera, en lugar de preguntarse si no sería que esta medida de la prohibición de los matrimonios para los sacerdotes era inapropiada, al ir en contra de la naturaleza humana y de la Biblia misma.

Pero hay varios ejemplos de precursores de la Reforma que encabezó Lutero que, de haber tenido las circunstancias apropiadas, habrían transformado la Europa medieval varios siglos antes de lo que ocurrió en Wittenberg.

Juan Wyclif
Uno de los primeros representantes de estas “prerreformas” que nos ocupan  el día de hoy fue Juan Wyclif. Nacido alrededor de 1320, Wyclif llegó a ser catedrático de Teología de la Universidad de Oxford y uno de los teólogos más influyentes de la Inglaterra del siglo XIV. Una de las razones por las que más se le recuerda es por haber traducido la Biblia latina de Jerónimo, la Vulgata, al inglés. El teólogo de Oxford rechaza la transubstanciación aprobada un siglo atrás por la total carencia de referencia bíblica para esta afirmación, se opone drásticamente a la acumulación de poder y de dinero por la Iglesia y a la venta de indulgencias. Su principal preocupación era la de volver a dar la autoridad a la Palabra de Dios, poniéndola por encima de las tradiciones o a las decisiones de los cardenales y concilios (1). Fue obligado a jubilarse por causa de la rebelión de los campesinos en 1381 y muere 600 años de que naciera un servidor, en 1384. En 1415, en el Concilio de Constanza es declarado hereje por su pasión por la Biblia, por traducirla, por oponerse a dogmas aprobados por concilios y papas y por sobreponer la autoridad de la Palabra de Dios a la de los hombres de Roma, su cuerpo es exhumado y quemado en la hoguera (2).

Juan Huss
Juan Huss fue un bohemio nacido en 1373. Su madre se quedó viuda al poco de nacer Huss, y con su abnegado sacrificio consiguió que su hijo estudiase teología en la Universidad de Praga, donde llegó a ser profesor con solo 25 años. Allí llegó a ser rector de esta universidad y predicador renombrado. Sus ideas y enseñanzas no fueron bien recibidas desde un principio entre el clero. Marcadamente influido por la sombra de Wyclif, su énfasis cayó sobre la necesidad de la vuelta a poner por encima la Biblia a los diferentes concilios, decisiones y tradiciones romanas. Pone énfasis también en la necesidad de vivir una vida en la que Cristo sea el centro en detrimento de la necesidad de participar de los “sacramentos” que ponía la Iglesia Romana, se opone a la venta de indulgencias, a la adoración de las imágenes y de las reliquias. Queda bajo excomunión por el papa Juan XXIII conocido por el sobrenombre de “El monstruo” por su vida depravada y falta de escrúpulos (2). Es invitado al Concilio de Constanza con un salvoconducto del Emperador Segismundo, ya que era un noble importante e influyente de Bohemia. El papa fue depuesto en ese concilio como ya dije en la anterior entrega, y para cuando se celebró el concilio, el emperador había retirado el apoyo al decano de Praga. A Huss se le negó el derecho de defenderse y fue vendido a sus denunciantes, acusándole de ser discípulo de Wyclif y hereje obstinado, que le quemaron el 6 de julio de 1415 cantando: "Jesús, Hijo del Dios viviente, ten misericordia de mí" (3). Su influencia en Bohemia fue tal que se organizaron dos movimientos en su tierra natal, los taboristas y los utrarquistas, que sobrevivieron contra la persecución, las matanzas y la guerra que trajeron los católicos a sus tierras hasta la llegada del monje agustino Martín Lutero, fusionándose con su movimiento y con el iniciado por Juan Calvino un siglo después.

Hubo muchos otros intentos de hacer una reforma o de hacer hincapié en el hecho de que había que hacer algo en la deriva que había tomado la Iglesia de Roma, muchos fueron ajusticiados, otros fueron simplemente ignorados, hubo incluso algunos intentos radicales que basaron su intento de cambio en la violencia y en la guerra. El mundo se estaba conmoviendo, estaba cambiando, las piezas se estaban preparando para estar dispuestas para lo que sucedería en Wittenberg.

Después de todo, ya lo dijo Tertuliano: “La sangre de los mártires es la semilla de la iglesia.”

(1)- Chronological and Background Charts of Church History, Robert C. Walton, Zondervan, Grand Rapids, 1986. Traducido por Larry S. Thornburg, 1995.
(2)- Dos estrellas tempranas de la reforma, Víctor Sedaca. Revista Nueva Reforma. 
(3)- Historia del cristianismo, Kenneth Scott Latourette. Págs. 777 y ss.

viernes, 16 de noviembre de 2012

La Reforma II: El fin de una época


Durante buena parte de la Edad Media, el debilitamiento de los estados a favor de los feudos nobiliarios, la persistencia del “Imperio Romano” en el Sacro Imperio, la centralización religiosa en torno a Roma y la existencia de un potente enemigo rodeando la cristiandad, hizo que toda Europa estuviera unida bajo una misma bandera, tanto política como religiosa, con sus claras diferencias regionales, pero en esencia eran todos más o menos “una misma nación”.

Fueron varios los factores que, al ir acercándose el fin del medievo, hicieron que esta unidad europea fuera resquebrajándose y que el europeo comenzase a plantearse todo aquello en lo que había creído a pies juntillas durante más de un milenio.

La división religiosa que impactó Europa desde mediados del siglo XVI fue iniciada, en efecto, por Martín Lutero hace ya 495 años, pero este cambió tuvo sus primeros brotes verdes varios siglos atrás, brotes verdes que fueron forzados por una realidad religiosa en Europa que dejaba mucho que desear. Hoy me gustaría ofrecer brevemente una panorámica de aquello que ocurrió en la Europa Católica, Apostólica y Romana que forzó la existencia tanto de la Reforma Protestante, como de otras reformas e intentos frustrados que poblaron el fin de la Edad Media.

Durante el s. XIII, el papado llegó a su mayor etapa de poder en la persona de Inocencio III, al tiempo que las órdenes mendicantes se lanzaban a la conquista del resto del mundo para Cristo, y en las universidades se construían grandes catedrales del pensamiento teológico. En teoría al menos, Europa se encontraba unida bajo una cabeza espiritual, el papa, y otra temporal, el emperador. Incluso durante buena parte de este siglo se volvieron a unir las dos iglesias, la romana y la griega. Pero en medio de todos estos elementos de unidad al parecer inquebrantables existían tensiones y puntos débiles, que a la postre derribarían todo el edificio que la cristiandad medieval había construido con sus altos ideales (1).

En cuanto a la Iglesia Griega y la unidad que disfrutaron con Roma, fue solamente aparente, pues interiormente bullía un resentimiento hacia el opresor que había aprovechado las cruzadas para tomar Constantinopla y desterrar su independencia (1).

Mapa de las diversas oleadas de la peste negra.
Una de las grandes razones por las que el pueblo comenzó a perderle el respeto al papado y a la unidad en torno a Roma, fue ni más ni menos que las diferentes oleadas de peste bubónica que asolaron Europa a partir de 1347, que diezmaron la población de la cristiandad. Costaría siglos el recuperarse de la destrucción demográfica. Aunque la Iglesia de Roma acusaría una y otra vez a los pecados y tacharía esta epidemia de “Castigo de Dios”, el hecho es que la gente comenzó a preguntarse si estaba tan sumamente claro que Dios estaba de su parte cuando hasta los más pequeños, y especialmente estos, sucumbían ante la muerte negra.

Las condiciones políticas que cambiaron durante estos siglos tampoco ayudaron en exceso al fortalecimiento de la iglesia centralizada. La burguesía comenzó a apoyar a la monarquía, cada vez más hastiada de los grandes nobles que les usurpaban el poder. El crecimiento de las ciudades, la tendencia a la centralización en las diferentes monarquías del poder en detrimento de la clase noble hizo crecer los sentimientos nacionalistas que anularon el sueño de la Europa unida políticamente, y terminaría por hacer tambalear el sueño de la Europa unida espiritualmente. La prueba más evidente fue la Guerra de los 100 años, que desangró Europa durante algo más de un siglo.

Pero el principal problema con que se encontró la Iglesia fue ésta misma. La continua perversión de los supuestos representantes de Cristo en la Tierra llevó a la gente a pensar que estos personajes no eran más que farsantes.

Estas perversiones pasaban por las anatas, que era el impuesto por el cual el obispo o abad recibía la ganancia equivalente a un año del sacerdote ordenado. Las continuas colocaciones, por las cuales se ordenaban nuevos sacerdotes y se rotaban los existentes por parte de los altos cargos de la Iglesia para cobrar las anatas. Las preservaciones, que eran las reservas de los puestos más valiosos económicamente para el Papa, que enviaba a un sacerdote en su nombre y le reservaba la cuantía por ese cargo para el “vicario de Cristo”. Las expectativas o simonías, es decir, la venta de los cargos eclesiásticos al mejor postor. Las dispensaciones, el pago de un importe por el perdón de las rupturas a la ley canónica. Las indulgencias, que era la remisión de las penas temporales por el pecado, tanto propias como de familiares, previo pago de una cuantiosa suma de dinero. El nepotismo, el nombramiento de familiares de altos cargos creando una especia de cargo eclesiástico hereditario.

Mapa del cisma, donde se diferencian los territorios
que apoyaban al papado de Roma y los
que apoyaban al papado de Aviñón.
En 1305, Clemente V fue nombrado Papa. Tras 10 meses de pontificado, decidió trasladar el papado a Aviñón, en Francia. Fue a partir de entonces que hay una serie de papas franceses que no tienen ninguna intención de devolver el papado a la Ciudad Eterna. De hecho, nombran a los cardenales de entre los sacerdotes franceses, hecho que causa que necesariamente los siguientes papas fueran de esta misma nacionalidad. La intención de quedarse en Francia queda patente con Benedicto XII, que construye un ostentoso palacio para el papado. Durante esta época, fue absolutamente escandalosa la depravación que salía de los altos poderes eclesiásticos. Hubo algún intento de devolver el papado a Roma por parte de los papas, pero los cardenales franceses lo impidieron. La cristiandad entera estaba consternada por este hecho. Esto cambió cuando Urbano VI, el primer papa italiano tras 7 papas franceses, decidió trasladar el papado a Roma pasase lo que pasase, así como el anuncio de serias medidas para cambiar la situación que estaba destrozando la Iglesia. 13 cardenales franceses, reunidos en Anagni, decidieron elegir a otro papa, destronando de esta manera a Urbano. El resultado es que de allí salió Clemente VII como papa con sede en Aviñón, y Urbano VI como papa en Roma, con una cristiandad dividida por la mitad. Para dar una solución a este problema que se alargó durante dos décadas, las dos curias de los dos papas se reunieron en el Concilio de Pisa en el 1409, decidiendo deponer a los dos anteriores papas y entronar a un nuevo papa, Alejandro V. Pero el resultado de esto es que ninguno de los dos otros aceptaron este concilio y la cristiandad se vio dividida entre tres papas diferentes. El sucesor de Alejandro V, Juan XXIII, fue expulsado de Roma por Ladislao de Nápoles y buscó la protección del impero que se la ofreció a cambio de que convocase un nuevo concilio, el de Constanza, en 1414 (2). En este concilio, fueron obligados a dimitir como papas Juan XXIII y Gregorio XII, pero Benedicto XIII se refugió en Peñíscola, amparado por el  reino de Aragón, donde continuó su sueño del papado conocido como Papa Luna. El nuevo papa elegido después de esta tormenta sería Martín V.

Esto es solamente un ejemplo de la manera en que los supuestos representantes de Cristo hacían y deshacían a su antojo en este periodo de la Edad Media, entre malas artes y una degradación absoluta. Fue en medio de este desastre que surgieron diferentes rebeliones contra este poder, de muchos tipos, que constituyeron los cimientos sobre los que la Reforma Protestante se construyó. Continuaré hablando de estos intentos reformadores en la próxima entrega. 

(1)- Historia del Cristianismo. Justo L. González. Tomo 1 Cáp. 44.
(2)- Catolicismo Romano. José Grau. Tomo 1. Págs. 423 y ss. 

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Profetas de la crisis

Llevaba un tiempo viendo en facebook cómo algunos amigos colgaban un vídeo que se llamaba: "Se veía venir..." Dos abuelos de Soria predicen la crisis en 2007, pero no había tenido la oportunidad de verlo hasta hoy, y el caso es que me ha parecido de lo más curioso cómo la sabiduría de dos señores que, según ellos, apenas acudieron un año y poco al colegio, eclipsa y sobrepasa con creces los conocimientos de los teóricamente expertos en la materia que nos han metido en este embrollo que cariñosamente llamamos crisis económica.

Así que me gustaría compartir este vídeo con vosotros para que lo disfrutéis y que atendamos entre todos qué es lo que estos dos señores mayores, "incultos" y de pueblo tienen para enseñarnos acerca de economía y de esta crisis que nos atañe a todos.




Y visto esto, disfrutad de este 14 de noviembre, perfecto día para hacer huelga.

¡Un saludo!

lunes, 5 de noviembre de 2012

Así se entiende el ecumenismo

Cardenal Koch, Presidente del Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos

El Cardenal Koch, Presidente del Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos, sigue hablando de lo que entiende como “ecumenismo” sin ambigüedades, sin medias tintas, lo que seguro que agradecen muchos protestantes.

 En junio de este año ya fue muy claro refiriéndose a la reforma protestante, diciendo que “no podemos celebrar un pecado , los acontecimientos que dividen a la Iglesia no pueden ser llamados un día de fiesta”. Lo más positivo que opinó el cardenal fue etiquetar este evento histórico como un día que hay que recordar, pero no celebrar.

En aquella ocasión concluyó que  le gustaría asistir -en lugar de a una celebración de la memoria de la Reforma protestante- a una reunión en la que las confesiones reformadas pidieran disculpas y reconociesen sus errores .

Las reacciones no fueron especialmente entusiastas entre quienes se habían creído el ecumenismo católico como un diálogo y acercamiento, y sí con cierta sorna por los muchos que siempre han visto el ecumenismo católico como “la unidad del lobo que quiere devorar al cordero para poder llegar a ser uno”, en palabras de José Cardona, primer secretario ejecutivo de la Federación evangélica española (Ferede).

El pasado 2 de noviembre el cardenal Koch  participó en el Sínodo General de la Iglesia Luterana Unida de Alemania (VELKD) , que está al cargo de los preparativos de la celebración de los 500 años de la Reforma protestante en 2017.

Dos días después del simbólico 31 de diciembre, que recuerda el inicio de la Reforma en todo el mundo, delante de aquellos con quienes busca la unidad declaró que “ la separación de las iglesias protestantes de la Iglesia no es una expresión de éxito, sino el fracaso de la Reforma . Los reformadores no querían nuevas iglesias, más bien la reforma de la Iglesia Católica”.

Terminaron las sesiones con propuestas para que la Iglesia asentada en el Estado Vaticano y la Federación Luterana Mundial promuevan el ecumenismo con las iglesias pentecostales, algo que no parece fácil en la línea que está marcando tan claramente el cardenal Koch.

 Además de ver la Reforma como un fracaso, concluyó Koch planteando esta otra cuestión a sus oyentes, y de paso a todo evangélico o protestante que quiera ecumenismo con Roma: hay que elegir entre «considerar la Reforma como una ruptura con la tradición universal (católica) o en continuidad con la tradición».

Por si no había quedado claro, o a mayor satisfacción del Cardenal Koch, afirmó que el ministerio de los obispos proviene de la sucesión apostólica, un elemento clave de eclesiología de la ICR y del que se derivan otros muchos aspectos que separan la doctrina católica de la protestante, y del que con optimismo espera «una declaración conjunta en los próximos 30 años».

 En la réplica el obispo luterano Heinrich Bedford-Strohm (Munich) tampoco se quedó en medias tintas y le preguntó si no pensaba que la Iglesia del Vaticano no debería pensar en reformarse en su camino hacia la unidad.

En este aspecto, remarcó que «es necesario reflexionar juntos sobre la base de la iglesia apostólica primitiva» y no sobre los fundamentos del catolicismo romano.



Fuentes: Infocatólica
Editado por: Protestante Digital 2012

viernes, 2 de noviembre de 2012

La Reforma I: Inventos católicos

Muchas veces nos encontramos con gente que tiene la impresión, o incluso muchos de nosotros la tenemos, de que la Iglesia de Roma ha sido así tal y como la conocemos desde el mismo momento en que Cristo ascendió a las nubes, como si en ese instante hubieran aparecido por arte de magia las catedrales, las liturgias, las doctrinas, los catecismos y los colegios cardenalicios. Pero la verdad es que nada más alejado de la realidad. Ayer mencionaba mi intención de comenzar una serie de entradas acerca de la Reforma Protestante, pero es que esta reforma tuvo lugar en un momento determinado, en una sociedad determinada y en contra de un poder determinado que manejaba los designios de los hombres de aquella Europa, la Iglesia de Roma.

Por esa misma razón, me gustaría comenzar afirmando que para nada la doctrina contra la que protestaron aquellos reformadores ha sido así siempre, que está en constante evolución, incluso en la actualidad. Y que la idea de que esta Iglesia siempre ha sido igual y ha pensado lo mismo, argumento tan esgrimido de forma oculta durante tanto tiempo, es totalmente falsa. El hecho es que la Iglesia Romana ha ido modificando sus creencias, ampliándolas y alejándose más y más a lo largo de los siglos de lo que dice la Palabra de Dios. 

Cuidado, no estoy diciendo con esto que esta Iglesia ha sido la que más se ha apartado de lo que dice la Biblia o que sean los peores, ni muchísimo menos. Solamente quiero poner en relieve este poder contra el que se rebelaron los reformadores, y afirmar una vez más que cualquier tipo de cristianismo que se desvíe de lo que Cristo mismo nos dejó automáticamente deja de serlo, sea cual sea su procedencia.

Creo que es tarea de los cristianos de hoy en día el poner en tela de juicio si aquello que consideramos como "cristiano" lo es tal, si aquello que nos han enseñado los curas, los obispos y los papas a lo largo de los siglos está acorde con la Palabra de Dios. Por esto mismo, quiero dejaros con una lista de las invenciones que, a lo largo de los siglos, la Iglesia de Roma ha ido introduciendo en sus creencias, liturgias y usos, incluso de la manera en que han cambiado sus creencias y doctrinas a lo largo de su abultada historia (1). Disfrutadla porque no tiene desperdicio.

1. Presbíteros (ancianos de la iglesia) llamados sacerdotes por primera vez en tiempos de Luciano. s.II.
2. Misa sacerdotal instituida por Cipriano. s.III.
3. Oraciones por los muertos. 300 dC.
4. La "señal de la cruz". 300 dC.
5. Velas de cera. 320 dC.
6. Veneración de ángeles, los "santos" muertos y el uso de imágenes. 375 dC.
7. Misa como rito diario. 394 dC.
8. Comienzo de la exaltación de María. El término "Madre de Dios" aplicado a ella por primera vez por el Concilio de Éfeso. 431 dC.
9. Vestiduras especiales para los sacerdotes. 500 dC.
10. Extremaunción. 526 dC.
11. Gregorio I inicia la doctrina del purgatorio. 593 dC.
12. Oraciones ofrecidas a María, "santos" muertos y ángeles. 600 dC.
13. La lengua latina como lengua de adoración. 600 dC.
14. Primer hombre proclamado papa (Bonifacio III). 610 dC.
15. Besar los pies del papa. 709 dC.
16. Pepín, rey de los francos, otorga poder temporal a los papas. 750 dC.
17. Veneración de la Cruz, imágenes y reliquias "autorizadas". 781 dC.
18. Agua mezclada con sal y bendita por los sacerdotes. 850 dC.
19. Veneración de San José. 890 dC.
20. Creación del Colegio de Cardenales. 927 dC.
21. Juan XIII instituye el "bautismo de campanas". 965 dC.
22. Juan XV comienza la canonización de los "santos" muertos. 995 dC.
23. Ayuno los viernes y durante la cuaresma. 998 dC.
24. La misa desarrollada gradualmente como sacrificio, asistencia hecha obligatoria. s. XI.
25. Celibato sacerdotal mandatario. 1079 dC.
26. El rosario adoptado de los paganos por Pedro el Ermitaño. 1090 dC.
27. El Concilio de Verona establece la Inquisición. 1184 dC.
28. Venta de bulas e indulgencias. 1190 dC.
29. Los siete sacramentos definidos por Pedro Lombardo. s.XII.
30. La transubstanciación definida por el papa Inocencio III. 1215 dC.
31. Confesión auricular de los pecados al sacerdote en vez de a Dios implantada por Inocencio III. 1215 dC.
32. Adoración de la hostia decretada por el papa Honorario III. 1220 dC.
33. El Concilio de Valencia resuelve prohibir la Biblia al pueblo y es puesta en la lista de los libros prohibidos. 1229 dC.
34. Simón Stock de Inglaterra inventa el escapulario. 1251 dC.
35. El Concilio de Constanza prohíbe el uso del Cáliz durante la comulgación al seglar. 1414 dC.
36. El purgatorio proclamado como dogma de fe por el Concilio de Florencia. 1439 dC.
37. La tradición y la Biblia son declaradas de igual autoridad por el Concilio de Trento. 1545 dC.
38. Libros apócrifos (no canónicos, declarados por este concilio como "deuterocanónicos") añadidos a la Biblia por el Concilio de Trento. 1546 dC.
39. El credo de Pío IV es impuesto como el credo oficial en lugar del credo apostólico oficial. 1560 dC.
40. La Inmaculada Concepción de María promulgada por Pío IX. 1851 dC.
41. Compendio de errores publicado por Pío IX y ratificada por el Cancilio Vaticano: Condena la libertad de religión, conciencia, palabra, prensa, y descubrimientos científicos que son desaprobados por la Iglesia Romana; afirma la autoridad temporal de todo papa sobre los regentes civiles. 1864 dC.
42. El Concilio Vaticano asegura la infalibilidad del papa en materia de fe y moralidad. 1870 dC.
43. La Asunción de María es proclamada por Pío XI.  1950 dC.
44. María nombrada "Madre de la Iglesia" por Pablo VI. 1965 dC.

Esto es solo una pequeña muestra de la manera en que lo que consideramos como lo que siempre ha sido la Iglesia de Roma, ha sido una evolución de siglos acumulando decisiones sobre decisiones. Es precisamente por esta razón que cualquier comunidad de seguidores de Cristo, constantemente, deben estar reformándose de acuerdo a lo que Dios mandó. Y es la carencia de esta práctica la que ha llevado a la Iglesia de Roma a tomar caminos tan diametralmente opuestos a lo que es realmente el Plan de Dios.

(1) Tomado de la obra "Verdades Bíblicas a Católicos Romanos" escrito por el ex-sacerdote católico romano Bartolomé F. Brewer.

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