martes, 15 de mayo de 2012

Los dos deudores


Hacía poco leía un artículo (aquí os dejo el link) en el que nos habla de la triste realidad para miles de españoles, y es la de ser testigos de cómo el banco se queda con tu casa por no ser capaz de terminar de pagarla. Y es que los desahucios están a la orden del día. Veía en el telediario hace un tiempo el caso de una familia que había avalado con la casa que tanto les había costado pagar para que su hijo pudiera comprarse una casa. El hijo se había quedado en paro y ahora se habían quedado sin la casa que se estaba comprando el hijo y el banco les había desahuciado su casa también.

Son casos muy tristes, y lo más triste es que están a la orden del día. En este mismo artículo también dice que desde el 2007, 350000 familias se habían quedado sin hogar a causa de esta práctica. Y como todos sabréis ya de sobra, de nada vale que vayas al director del banco en cuestión a rogarle, a suplicarle o a arrodillarte delante de él para que no te robe tu casa. Él cobra o tú te quedas en la calle. Punto.

Pues bien, en la Comunidad de Madrid, una de las primeras en número de desahucios, Caja Madrid, es decir, Bankia, ejecuta más del 80% de estas operaciones que dejan en la más absoluta indigencia a familias enteras. Hasta aquí, algunos pensarán, no es todo tan injusto. Después de todo, ellos prestan el dinero para las hipoteca con unas condiciones, condiciones que los “beneficiarios” aprueban con todas sus consecuencias, el quedarse con el aval la entidad bancaria si no se puede pagar forma parte del contrato, no se lo inventa el señor banquero, podríamos decir que hasta ahí, por muy desastroso o incluso cruel que sea, estrictamente hablando se está haciendo justicia. El banquero es libre de hacer que la ley se cumpla, que de hecho lo hace, es libre de no tener misericordia con la pobre gente que se queda en la calle, las cosas como son.

Pero el tema no queda ahí. No es que solamente la pobre gente que pierde un piso tiene que suplicar misericordia ante los oídos sordos y metálicos de los banqueros, es que los banqueros también tienen que pedir misericordia ante otro oídos, oídos que son mucho más generosos con ellos de lo que ellos son con los que realmente lo necesitan.

Esto me recuerda a una historia que contó Jesús hace ya 2000 años, y que nos viene al pelo en esta situación. Esta historia la podemos encontrar en la Biblia, en el libro de Mateo, capítulo 18, versículos 23 al 34, permitidme que lo parafrasee para que se entienda mejor.

Por lo cual, el reino de los cielos es semejante a un presidente del gobierno, que quiso analizar la economía de su país. Y comenzando a analizarla, le fue presentado un banquero que le debía diez mil millones de euros. Mas a este, no pudiendo pagar, mandó su presidente echarle en la cárcel, y a su mujer e hijos, con todo lo que tenía, y que pagase al estado. Entonces aquel banquero, postrado, le imploraba, diciendo: Señor presidente, ten paciencia conmigo, y yo lo pagaré todo. El presidente, movido a misericordia de aquel banquero, le soltó e hizo un fondo de rescate para salvar su entidad.

Y saliendo aquel banquero, halló a uno de sus clientes, que le debía cuarenta mil euros; y agarrándole, le ahogaba, diciendo: Págame lo que debes. Entonces su cliente, postrándose a sus pies, le rogaba, diciendo: Ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo. Mas él no quiso; sino fue, y le echó de su casa por no pagarle la deuda. Y viendo los periodistas lo que pasaba, se entristecieron mucho, y viniendo, declararon al presidente todo lo que había pasado. Entonces llamándole el presidente, le dijo: Banquero malvado, toda aquella deuda te perdoné y te rescaté con miles de millones, porque me rogaste: ¿No te convenía también a ti tener misericordia de tu cliente, como también yo tuve misericordia de ti? Entonces su presidente, enojado, le entregó a disposición judicial, hasta que pagase todo lo que le debía.

Creo que ha quedado bastante claro.

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