lunes, 20 de febrero de 2012

Las tres caras de tonto

El verano del 2010 nos dieron la feliz noticia. Nos habían concedido la subvención. Habíamos hecho un proyecto para hacer un encuentro juvenil internacional en Klaipeda, Lituania. Y había sido elegido para ser subvencionado por la Unión Europea. Más de 13000€ nos fueron ingresados, el 70%, el resto nos lo darían al presentar la memoria. Así que con ese dinero nos pusimos a trabajar duro para prepararlo todo y poder ir con un grupo de 25 bejaranos a la otra punta de Europa.

El caso es que quienes debían haber hecho su parte, allí en Klaipeda, no hicieron nada y, frustrados, vimos como fue imposible llevar a cabo nuestra aventura. La semana pasada nos llegó el email del Instituto de la Juventud para que devolvamos el dinero de la subvención. Y a ello fuimos esta mañana el presidente de nuestra asociación y yo.

13.137,60€

Solamente la cantidad da vértigo. Devolver este dinero nos deja sin apenas nada para afrontar el año, pero así son las cosas.

-Queremos hacer una transferencia. A esta cuenta. -Nos costará uno o dos euros, pensábamos según íbamos al banco.- ¿Cuánto nos puede costar?

-No lo sé aún, pero va a valer, ¿eh?.

-¿Cuánto?

-Según el tipo de cuenta. ¿A qué banco es?

-Banco de España.

-Bien, ahora mismo se lo digo. ¿Qué pongo en concepto?

-Pon devolución, y después el código este. Sí, ese, el de abajo.

-Bien, pues ya lo tengo. Tendrá un coste de 65€.

Primer momento de cara de tontos. 65€. Por hacer una transferencia. Por dar a unos botones y que unos números pasen de estar en el BBVA a estar en el Banco de España. Uno o dos  euros pensábamos, ¡qué tontos!

¿Cómo puede ser? 65€ supone que nos quedemos sin prácticamente dinero para sobrevivir durante este año. 65€ por deshacernos de 13000€.

-Esta transferencia estará lista durante el día de hoy. Es una transferencia especial de grandes capitales y hoy estará. -Luego nos estuvo contando algo de que las transferencias van por oleadas.

-¿Y no hay nada que podamos hacer para que no salga tan caro?

-Pueden ir a hablar con el director, es posible que él os dé otro tipo de condiciones.

Y allá que fuimos. No sin antes esperar un buen rato ante el despacho del director hasta que saliera la mujer que estaba dentro. Durante esta espera, no faltaron los necesarios comentarios acerca del robo a mano armada que supone esto, que los mayores ladrones de este país son legales y ricos ya de por sí. Son los bancos. Es del todo indignante que cueste una transferencia al Banco de España 65€. Incluso se paseó por nuestra conversación el hecho de las facilidades que están dando, tanto los poderes políticos como financieros para que todo estalle en pedazos y la gente empiece a salir a la calle, ya no con pancartas y con megáfonos, sino con piedras y cócteles molotov. Todo eso mientras, en una de las cajas, una chica trataba con los banqueros la manera en que pagaría todas las deudas que tenía y sacaría adelante a su familia, todo a la vez.

Pudimos entrar al despacho del gran jefe.

Le explicamos la situación. Nos mira con condescendencia. Se pone a teclear en el ordenador. Nos dice que si cambia no se qué, va a haber un 50% de rebaja. Puede hacernos el favor, parece. Un favor que se resume en que solamente nos robarán 33€. Demos gracias.

Llamo al tesorero de la asociación. Le explico. -Es mejor pagar 30€ que ir 30 días a la cárcel-, es su contestación. Nos duele, pero continuamos adelante. Puestos a ser robados, por lo menos pongamos nuestra mejor cara para que parezca que no nos duele. Pero duele. Duele y la sensación de dar las gracias por ser atracado es algo para lo que no te preparan en clase.

-Para cambiar las condiciones, tenemos que esperar un día o dos.

-Pero no podemos hacerlo otro día que no sea hoy. Necesitamos las firmas de los dos para poder hacer algo en la cuenta y yo voy a Madrid esta tarde. ¿No podemos hacerlo ahora, y cuando tengamos ese cambio que nos devuelvan el dinero?

La sonrisa mafiosa del gran jefe, al otro lado de la mesa del despacho fue lo que más me impactó de la mañana. -Somos bancos, aquí no se devuelve el dinero.

Segunda cara de tonto. Se acababan las opciones. 65€. Robo a mano armada. Serán desgraciados...

-¿Y si sacamos el dinero en metálico y lo ingresamos directamente?

-¿Vais a ir hasta Valladolid a llevarlo?

Imposible, tenemos que ceder. Tenemos que bajarnos los pantalones y poner la mejor cara posible.

Aceptamos. Que nos roben. Mejor eso a ir a la cárcel por no devolver lo que no es nuestro.

El gran jefe se pone a hacer la operación. Nos pide todos los datos. Al poco tiempo nos mira con cara de enfado.

-¿Quién os ha hecho la operación antes?

-En la caja de más acá.

-Bien, ya hablaré yo con él. La operación cuesta 1€.

Tercera cara de tonto de la mañana.

3 comentarios:

Fertxu dijo...

Puff... Créeme, ni la merecida caña que nos tomamos al terminar la operación curó la indignación que saque esta mañana de aquel "burdel"

Marisa dijo...

P*** LADRONES

Furanu dijo...

Joder, que gentuza, cada vez tengo más ganas de guardar lo poco que nos queda en un colchon, quemarlo y destruir este sistema.

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