miércoles, 22 de febrero de 2012

Clase de economía


Un economista reputado estaba de vacaciones en un pueblo costero de Galicia. Le encantaba liberarse del stress y de las turbaciones de la gran ciudad paseando en la playa, contemplando cómo rompían las olas en las afiladas rocas del acantilado y charlando con la gente humilde del diminuto municipio.

Estaba paseando por el embarcadero del puerto cuando vio llegar a un paisano con su bote de madera. Venía de pescar. Traía tres hermosos atunes. Cuando los vio, le impactó el tamaño y la vistosidad de los pescados, y fue hacia el pescador para charlar acerca de su trabajo.

-Excelente trabajo con esos peces, son realmente buenos.

-Gracias, amigo.

-¿Cuánto tiempo has estado en el mar para conseguir pescarlos?

-Umm, pues… Llevo desde las 10 de la mañana, ahora son las 12 y cuarto, pues eso. Un par de horitas.

-¿Solo dos horas?, ¿y por qué no estás más tiempo pescando y consigues más atunes tan hermosos como estos?

-La verdad es que no lo necesito- Dijo el pescador- Con este pescado tengo suficiente para abastecer a mi familia por hoy.

-¿Qué haces con el resto del tiempo?

-Pues mira, amigo, no necesito madrugar por las mañanas, después paso tiempo con mis chicos, me echo la siesta con mi mujer, después doy un paseo con el perro y por la noche me tomo algo con mis amigos en la taberna. La verdad es que tengo una buena vida, no puedo quejarme.

-Bien, pues yo soy un economista muy importante, catedrático de una gran universidad, y si quieres puedo ayudarte.

-¡Oh!, ¡muy bien! Claro que me gustaría que me ayudaras. ¿A qué?

-Pues podría darte algunos consejos para que te fuera mejor en la vida. Para empezar, podrías pescar más tiempo cada día y así tendrías más atunes que vender en el mercado.

-Muy bien, ¿y después?

-Pues ganarías más dinero con los atunes, y con el sobrante podrías comprar un bote más grande, con mejores sistemas de pesca. Así aún pescarías más atunes que vender en el mercado y obtener mayores beneficios.

-¡Oh!, ya veo. ¿Y después?

-Como ganarías más dinero, podrías comprar más naves y contratar a personal para aún pescar más y tener más beneficios. Podrías llegar a tener una flota de barcos de gran tecnología y tener una empresa puntera de pesca de atunes a gran escala.

-Interesante, ¿y después qué haría?

-Pues después, podrías contactar con grandes compradores para conservas y hacer negocios directamente con ellos, sin tener que tratar con proveedores. De esta manera ganarías más dinero. Además, al tener más gente trabajando en tu empresa, tú podrías dedicarte a controlar todo el proceso y tratar con los empresarios directamente en lugar de salir a pescar con tus propias manos.

-¿Y después?

-Pues después podrías salir a bolsa, de manera que algunos de los mayores multimillonarios pudieran apostar por tu empresa y poner su dinero, por lo que la empresa crecería, aún tendrías más barcos e incluso podrías exportar a varios continentes tus atunes de gran calidad. Podrías ir a vivir a Nueva York, la capital de la economía mundial. Allí ganarías mucho más dinero, tanto dinero como quisieras.

-¿Y después?

-Después de ganar muchos millones, podrías recogerlos, e ir a vivir a un pueblecito pequeño, donde retirarte, después de 15 o 20 años de arduo trabajo. Allí podrías levantarte tarde, disfrutar de tus hijos, dar paseos con el perro, echarte la siesta con tu mujer e incluso ir cada noche a la taberna con amigos para tomar algo. Lo que es vivir bien.

-¿Y para qué voy a pasar 20 años trabajando para eso, si es lo que ya tengo?

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