jueves, 7 de abril de 2011

La otra historia

Hay algunos temas que ciertamente me asombran. Algunas disciplinas que me llaman poderosamente la atención. Como habréis podido comprobar a poco que hayáis seguido minimamente algunas entradas de mi pajarería, la historia es una de las ciencias que más me llenan, especialmente si se trata de la historia oculta, aquella que no aparece en los documentos oficiales ni en los libros de historia de la escuela.

Me gustaría que esta entrada sirviera de introducción para algunas otras que escribiré, para lo que tendré que investigar un poco más referente a aquellas escenas de la historia acerca de las cuales no existe respuesta, la que se ofrece oficialmente no es todo lo satisfactoria que debería o abiertamente nos han mentido en los libros de texto.

Como todos ya sabemos, la historia siempre la escriben los vencedores, y la escriben como a ellos mejor les viene, no de la manera más católica en la mayoría de las ocasiones. Y como no por mucho repetir una mentira se convierte en verdad, podemos , sin tener que pararnos a pensar demasiado, llegar a la conclusión de que la historia que conocemos y que damos como cierta es básicamente un engaño urdido a lo largo de los tiempos por aquellos que han tenido el poder suficiente para torcer lo que en el futuro se dirá de ellos a su imagen y semejanza. Lo que está escrito en nuestros manuales de secundaria es básicamente una mentira repetida durante cientos, incluso miles de años, pero una mentira al fin y al cabo.

Pero, al haber pasado el tiempo, que es lo que tiene la historia, hay algunas cosas que nunca podremos saber, porque no tendremos los datos para asegurar categóricamente todo los hechos. Pero esto, yo creo, no tiene porqué ser un hecho negativo. Considero un acto legítimo, sano e incluso divertido el encontrarse un enigma en medio del mar de la historia, como hay miles de ellos, y tratar de buscar una respuesta que concuerde con el contexto del momento en cuestión. Ya sabéis que soy bastante “friki” y me encantan las explicaciones rocambolescas y atípicas, aquellas que una persona seria se supone que debe descartar de antemano, pero bueno, así soy y la verdad es que me gustan mucho este tipo de razones para buscar el sentido a la historia, esta es una de las razones por las que podéis ver la serie de entradas de “La Rosa de Sharón”, no espero que esta sea una explicación real de los acontecimientos históricos que rodearon a los personajes de los que hablo, pero me parece una explicación divertida, imaginativa y que puede sonar a plausible. (Dicho sea de paso, algo que suena a real y que parece real, no tiene porqué ser real.)

Así, tenemos algunas incógnitas de las que intentaré reunir información y mostrároslas desde todos los enfoques posibles para que cada uno saque sus propias conclusiones que, por lo menos, suenen a reales. Algunos de estos temas son:

Está claro que en la antigüedad, existía algún tipo de conocimiento que, en muchos aspectos, superan al de la actualidad. ¿Cómo es esto posible?, ¿cómo puede ser que aquella gente, poco más que cavernícolas, puedan poseer más saber que nosotros, en la cumbre de nuestra civilización?, ¿porqué hemos ido a menos en esta sabiduría?, ¿acaso hay alguien que les haya instruído, alguna fuerza desconocida actualmente?.

En estos momentos hay una creciente oleada de historiadores que defienden que las fechas, especialmente durante la Edad Media, fueron prácticamente inventadas. Esto podría inducir a errores históricos de años, incluso de siglos. Que nos hayamos basado en libros y en documentos con gran posibilidad de haber sido falseados al servicio del mandamás de turno nos hace sentir que nos encontramos ante una historia, en este caso de la Edad Media, con pies de barro. Esto es así hasta tal punto que hay historiadores que dudan de la existencia de la figura histórica de Carlomagno, otros incluso llegan a afirmar que no se puede tener evidencia segura de ningún hecho entre los siglos primero y décimo de nuestra era.

Otro tema que valdría la pena evaluar, es la supuesta presencia de culturas procedentes de Eurasia y África en el nuevo continente anteriormente a Colón, incluso antes de la hipotética llegada de los vikingos a América del Norte.

Hay otros muchos enigmas de los que podemos hablar en esta “sección”, posiblemente miles de ellos, yo he mencionado estos tres pero estoy abierto a opciones y, por supuesto, a opiniones. Así que, amigos míos, la puerta de los misterios históricos se abre ante nosotros. El debate está servido.

¡Buen viaje!

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